Cuando estamos lejos

Cuando estamos lejos cualquier todo nos parece un paraíso,
hasta las promesas más simples que han existido son buenas promesas,
parece que todo camina sin tener ojos, sin tener pies o piernas o manos,
Parece que los segundos, los minutos, las horas, los días meses y años se arrugan,

Cuando estamos lejos nuestra piel se transforma, nuestros labios se resecan,
nuestro pelo comienza a caer como cae la nieve o como cae la ceniza, o el polvo,
nuestra voz se contrae y donde antes había claridad, hoy hay oscuridad,
tratamos de correr y no corremos nada, al dar cada paso nos agitamos,

Cuando estamos lejos de El todo nuestro ser lo extraña,
desde nuestro más alto, hasta nuestro más bajo,
parece que todo protesta, que todo se revela y grita! y anhela! Su regreso,
aun nuestras entrañas, lo piden y lo llaman, y dejan de funcionar si no está El,

Cuando estamos lejos nuestra casa no parece nuestra casa,
se rompen las barreras de todo lo malo, y viene el que nunca debió venir,
despedaza y ensucia cada rincón, y rompe todo lo que puede romper,
corriendo desesperadamente tratando de malograr todo lo que puede.

Cuando estamos lejos buscamos, caminamos, corremos, y no encontramos ni avanzamos,
el agua cotidiana se va como un suspiro, nuestra boca se reseca,
nuestro pecho constantemente es asediado, constantemente es ultrajado,
nuestros miembros más fuertes se vuelven los más débiles y no pueden más.

Cuando estamos lejos no vemos como con El veíamos, no hablamos como con El hablábamos,
no reaccionamos como con El reaccionábamos, no escuchamos como con El escuchábamos,
 no compartimos como con El compartíamos, no reímos como con El reíamos,
no tocamos como con El tocábamos, no soñamos como con El soñábamos.

Emersson